More Short Stories by: Dr. Dennis L. Siluk, Ed.D. (2007-2016)

From one of the top 100-reviewers, at Amazon Books, International (the largest book seller in the world), by Robert C. Ross, the list author says (reference to the book, “Peruvian Poems”): "Dennis L. Siluk is enormously prolific and very well travelled…." The poems are based on places and experiences in Peru, written in both English and Spanish, and provide a fascinating backdrop in preparation for a trip to Peru." (1-1-2009)

Friday, July 31, 2009

Throats of a Thousand Demons (In English and Spanish)



Tyr, the Nightmare Demon

(A Nightmare of the real kind)


I heard the screams and yelling of a thousand demons, sounds of destruction and immediate death—it all came from the helm of a distant old wooden vessel—but one demon passed through the whole atmosphere around and above me—, never in all my days left on earth shall I forget the increasing agony within my heart’s valves, and its compressing chambers, and the intense pervading terror, to the point the walls of those chambers were about to bust open—; thus, I felt my blood being squeezed through congealing and hardening veins—my skin cold and Goosebumps covering me from head to toe, standing hard and erect, and the voice of the Demon of Nightmares babbling as his hand grabbed my shadow and held it high by its neck, around its throat, the heavy body under it, pulling downward as to decapitate, the neck thinning— as the neck was stretching, my heart utterly being brought to an alarm state.
“You have to see this!” the demon repeated twice, and I looked and sensed I was going into a tumbling, headlong, insensible—numbness, should I not quickly escape.
“No!” I said exceedingly apposing the voice. I didn’t want to watch and then, that was when I called out to my wife Rosa, “Wake me up!” whereupon I found myself reviving and bound once again to the waking world—paler than death.

I had nearly been run-down by a wild and loose demon, hailed by his demonic onlookers. Upon feeling my eyes opening, my explanation to my wife was but a few words—I was by all means, rough-looking from the nightly experience. Somehow he had crept into my dreams and it was impossible to avoid coming in contact with.
My wife asked, “Did you forget your prayers last night?” And I had.
“Thus, it was then obvious,” she told me, “the demon rode immediately over you—as if without the least perceptible impediment to his progress.”

No: 444 ((Nightmare, 7-28-2009) (written: 7-30-2009)) EAP



Spanish Version


Gargantas de Mil Demonios

(Una pesadilla real)

O í los gritos y rugidos de mil demonios, sonidos de destrucción y muerte inmediata—que venía del timón de un distante buque de madera viejo—pero un demonio pasó a través de la atmósfera alrededor y encima de mi—, nunca, en todos los días que me quedan en la tierra me olvidaré de la agonía creciente dentro de las válvulas de mi corazón, y sus cavidades comprimidas, y el intenso terror impregnado, al punto que las paredes de esas cavidades estaban a punto de estallar—; así, sentí que mi sangre estaba siendo exprimida a través de mis venas endurecidas y sangre coagulada—mi piel estaba fría y estaba cubierto de pies a cabeza con piel de gallina; el Demonio de las Pesadillas, tambaleándose pero erguido, balbuceaba, mientras sus manos agarraban mi sombra y la sostenía en alto a la altura de su cuello, alrededor de su garganta, debajo de su pesado cuerpo, jalándolo hacia abajo como para decapitarlo, el cuello adelgazándose—mientras mi cuello estaba siendo estirado, mi corazón fue llevado completamente a un estado de alarma.
“Tienes que ver esto”, el demonio repitió dos veces, y miré y sentí que caería de cabeza insensiblemente dentro de un adormecimiento, si no escapaba rápidamente.
“No” dije sumamente con dificultad. Yo no quería ver, y entonces fue cuando llamé a mi esposa Rosa, “¡Despiértame!” A este punto me encontré a mi mismo reanimándome y una vez más en el mundo vivo—más pálido que la muerte.
Casi fui atropellado por un salvaje demonio suelto, convocado por sus espectadores demonios. Al sentir mis ojos abiertos, mi explicación a mi esposa fue sólo unas cuantas palabras—estaba por todos los medios, movido por la experiencia nocturna. De alguna forma él se metió en mis sueños y era imposible evitarlo venir en contacto conmigo.
Mi esposa preguntó, “¿Te olvidaste de tus oraciones anoche?” Y sí, me había olvidado.
“Entonces, es obvio”, ella me dijo, “que el demonio pasó inmediatamente sobre ti—como si sin el más menor impedimento perceptible en su avance”.

# 444 ((Pesadilla, 28-Julio-2009) (Escrito el 30-Julio-2009)) EAP

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